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TAXI ASESINO
(Banderazo Mortal)

México, 199?
Elenco:
Vicky Palacios, Guillermo Quintanilla, Armando Araiza, Ana Luisa Peluffo, José Natera, Pepe Magaña, Alejandro Tomassi, Emilio Charles
Director: Raymundo Calixto

SEXO:
VIOLENCIA:

ARGUMENTO:
Patricia (Vicky Palacios) y su media naranja El Nene (Armando Araiza) son un par de malvivientes que se dedican a asaltar incautos. La bella chica maneja un taxi y valiéndose de sus encantos convence a sus clientes de ir a lugares apartados para que le paguen con cuerpo. Antes de que tengan la oportunidad de darle de comer al conejito aparece El Nene haciéndose el ofendido y aprovechando la confusión este par de fichitas despojan al afectado de sus objetos de valor. La única persona capaz de detenerlos es un detective interpretado por Guillermo Quintanilla.

Vicky Palacios... ¡merezco!

COMENTARIO:
Si tienen la impresión que la sinopsis de arriba es demasiado simple para un largometraje, les cabe toda la razón. En parte esto se debe a que los guionistas de este "videohome" no pudieron evitar el principal obstáculo que se le presenta a todos los que intentan contar la historia de un taxista, delincuente o no: la naturaleza misma del oficio de un ruletero impide que el relato sea algo muy coherente. En películas como Noche en la Tierra de Jim Jarmusch y Confidencias de un Ruletero, de Alejandro Galindo se puede apreciar cómo los cineastas optaron por narrar una serie de episodios.

En Taxi Asesino casi toda la película se va en presentar lo que sucede con los diferentes pasajeros que Vicky Palacios sube a su unidad, con situaciones que van desde la comedia, con la "sobreactuación especial" de Pepe Magaña, hasta cosas más dramáticas, como el caso de Alejandro Tomassi, que resulta más ojete que sus presuntos victimarios.

De estas viñetas la más curiosa es la que tiene como estrella invitada al rudo rudísimo Emilio Charles. La interpretación del luchador es mejor de lo que podría esperarse, aunque habría que esperar a verlo en otros papeles para poder decir que tiene madera de actor. En este caso se limita a mostrarse interesado cuando nota que Vicky Palacios le está tirando el calzón antes de verse en la penosa necesidad de ponerle una arrastrada a Armando Araiza cuando éste intenta atracarlo. La verdad no creo que le haya costado mucho trabajo hacer ninguna de las dos cosas.

Donde sí les falló a los guionistas fue en idear un desenlace para esta serie de crímenes. Aunque viendo la portada del video parece que Guillermo Quintanilla es el estelar, y lo lógico es pensar que el detective que interpreta les va siguiendo los pasos a este par de facinerosos, en realidad su personaje no tiene vela en el entierro sino hasta el mero final y cuando interviene es por pura chiripada.

Tomando en cuenta que lo normal en este tipo de películas es que el argumento se escriba en una semana a partir de un título proporcionado por el distribuidor, es hasta cierto punto comprensible que a los autores del libreto no se les ocurriera una mejor manera de terminar la historia. Lo que no se entiende es que la banda sonora sea tan mala. En varias escenas es casi imposible entender los diálogos porque la música de fondo o los efectos de sonido (que son pésimos) los tapan. Es posible que este problema sea solamente de la copia del video que me tocó en suerte ver, pero lo dudo.

Tampoco se puede uno quejar mucho de una película donde la veracruzana Vicky Palacios, que tiene más curvas que la montaña rusa de Chapultepec, aparece de principio a fin con atuendos muy reveladores. Los fans de esta bella mujer seguramente querrán añadir Taxi Asesino a su colección, ya que el director de fotografía Amado Portillo se encargó de retratarla desde todos los ángulos posibles. De hecho, el manejo de la cámara es uno de los aspectos más destacados de esta cinta, ya que muestra una movilidad poco usual en el cine mexicano, siguiendo a los actores con acercamientos constantes, un poco a la manera de programas televisivos de nota roja como Duro y Directo.

A muchas personas acostumbradas al estilo de actuación que se maneja en el nuevo cine mexicano tal vez les parezca que las actuaciones son exageradas. Yo prefiero pensar que en este tipo de cine se manejan una serie de atributos que sirven para distinguir a los héroes de los villanos y así evitar que el público se haga bolas. Según esta tradición el malo es el que se ríe a carcajadas y el bueno es el que tiene cara de teto. Por eso Vicky Palacios se muere de la risa cuando está cometiendo sus ilícitos y Guillermo Quintanilla no reconoce a un criminal al que está investigando cuando se lo encuentra en la calle.

Otro detalle que resulta casi inevitable en películas como ésta es que da la impresión que todos los personajes son huérfanos. Nunca se ve que los protagonistas tengan amigos o familiares. Entiendo que por falta de presupuesto no haya modo de incluir a más actores, pero esto es algo que se podría resolver en los diálogos sin necesidad de que aparecieran más personas a cuadro. En ocasiones esto resulta en situaciones muy confusas, como cuando aparece un doctor atendiendo primero al detective y luego a los criminales. Nunca entendí si se suponía que era el mismo personaje o si eran dos médicos distintos y no les alcanzó el dinero para contratar a otro actor.

Habría que ver lo que pueden hacer los responsables de Taxi Asesino con tiempo y dinero suficientes para evitar los errores antes mencionados y es que a pesar de todo la película es bastante entretenida.

- Marco González Ambriz,
27 de enero de 2002

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