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PUÑO DE SANGRE 4: MORIR EN EL INTENTO

(Bloodfist IV: Die Trying)

Estados Unidos, 1992
Elenco:
Don "The Dragon" Wilson, Amanda Wyss, Cat Sassoon, Gary Daniels, Kale Browne, John LaMotta, Heather Lauren Olson, James Tolkan, Liz Torres
Director: Paul Ziller

VIOLENCIA:

video de Bloodfist 4

ARGUMENTO:
Danny Holt (Don "The Dragon" Wilson), un tipo común y corriente que trabaja recuperando autos de gente que no hace los pagos, por error se apodera del carro de unos terroristas que contiene unos chocolates que a su vez contienen unos valiosos dispositivos para detonar bombas nucleares. Nuestro héroe se percata de que no puede confiar en las autoridades, aún cuando los terroristas secuestran a su hija para obligarlo a devolverles los mentados chocolates. Para rescatar a la niña, Danny acaba aliándose con una chica que apenas conoce (Amanda Wyss).

COMENTARIO:
Uno de los efectos secundarios del éxito de El Tigre y el Dragón y The Matrix es el riesgo de que revistas como CinePremiere o sitios web como CineXS o Cinexperto decidan martirizar a sus lectores con una retrospectiva del cine de artes marciales que incluya a actores "desconocidos" como Bruce Lee, Jean Claude Van Damme, Steven Seagal y, si el editor se despertó con ganas de apantallar, hasta Jackie Chan.

La verdad es que este género nunca ha dejado de ser popular. Desde la época en que Jimmy Wang Yu era la máxima estrella del cine asiático, años antes de que Operación Dragón se volviera un trancazo de taquilla a nivel mundial, hasta nuestros días, cuando Hollywood se empeña en deglutir este tipo de cine con cosas como Los Angeles de Charlie, el cine proveniente de Hong Kong y sus alrededores no sólo se ha exhibido en todo el mundo sino que ha generado una pequeña industria de imitadores entre los waylos (término que significa "ojos redondos", usado por los chinos para referirse a los occidentales).

El subgénero que en El Inframundo hemos bautizado como "waylo-fu" ha dado como resultado desde obras aceptables como aquellas cintas ochenteras estelarizadas por Sho Kosugi hasta curiosidades como El Ninja Mexicano, que ya ha sido comentada en estas páginas.

Al discutir esta última película mencioné que el waylo-fu gringo, a pesar de no ser tan malo, casi nunca se remonta a las alturas alcanzadas regularmente por directores como Tsui Hark y Ringo Lam, por no decir nada de los clásicos Lau Kar Leung y Lo Wei.

Puño de Sangre 4 es un perfecto ejemplo de esto. Como podrán darse cuenta el argumento adolece de la misma falta de originalidad que las películas de Hong Kong, donde casi todas las peleas se suscitaban cuando el villano insultaba al maestro o a la escuela del héroe y éste se veía obligado a defender su honor.

En realidad, la trama siempre ha sido lo de menos en el cine de artes marciales. Si Jackie Chan ha logrado ubicarse como la máxima estrella del género después de Bruce Lee, a pesar de que los argumentos de sus películas casi siempre sean un mero pretexto para que Jackie haga sus acrobacias, no veo por qué se tenga que considerar un defecto que la historia de Puño de Sangre 4 carezca por completo de creatividad.

Lo del tipo común y corriente que se encuentra por accidente un objeto que es disputado por mafiosos y agentes del gobierno como si fuera la última caguama del cartón ya lo he visto como cien veces. Por lo menos en este caso todo pasa tan rápido que al espectador no le da tiempo de pensar en todas las tonterías del guión, que no son pocas. El problema de Puño de Sangre 4 no es el libreto, sino la forma en que están filmadas las secuencias de acción.

A diferencia de las películas de Hong Kong, donde las peleas siempre son espectaculares a pesar la falta de presupuesto, en el waylo-fu las escenas de catorrazos como que no acaban de cuajar. No sé si esto se deba al uso de la cámara lenta, a que los movimientos parecen ensayados o a que la edición hace que estas secuencias sean menos fluidas que las orientales. El caso es que casi siempre acabo añorando las películas de Sammo Hung.

Don The Dragon Wilson

Lo primero que pensé cuando vi a Don Wilson, fue "¿por qué le dirán El Dragón si tiene cara de chango?" Se me quitó la risa cuando me enteré que el tipo fue 10 veces campeón mundial de kickboxing y es considerado el mejor kickboxer de la historia. Todas estas preseas no lo habilitan para ser actor, pero con un productor tan poco exigente en cuestiones interpretativas como Roger Corman esto, al igual que el argumento, pasa a un segundo plano.

La verdad es que de todos los actores gringos que se han dedicado a hacer películas de acción de bajo presupuesto, Don "The Dragon" Wilson es de los más aceptables. A pesar de su cara de monito cilindrero, casi siempre se las arregla para cargar con el peso de la cinta y es capaz de interpretar una amplia gama de personajes que incluyen un tipo común y corriente perseguido por mafiosos y policías, un agente del gobierno que debe combatir a un grupo de terroristas y párele de contar.

Normalmente, Don Wilson siempre está acompañado de una pechugona que sirve para que la cinta incluya una escena de sexo y para que los malos la secuestren y "The Dragon" la tenga que rescatar. En este caso, a falta de una actriz que cumpla con estos requisitos, tenemos a Amanda Wyss. Tal vez la recuerden de cintas como Pesadilla en la Calle del Infierno, donde interpretó a una de las víctimas de Freddy Krueger, y Shakma, donde interpretó a una de las víctimas de un mandril asesino.

En el elenco también figuran Cat Sassoon, la heroína de películas como Angel Fist, donde la actriz modelaba unas braguitas y derrotaba a unos rufianes al mismo tiempo, y Gary Daniels, actor británico que aparece frecuentemente como villano en películas de Jackie Chan.

No es que Puño de Sangre 4 sea mala, el problema es que no tiene nada de sobresaliente. Aunque ya parezco disco rayado, no tengo más remedio que reiterar que las películas de Hong Kong son mucho más divertidas.

Aparte de lo que ya mencioné, esto se debe a que los cineastas orientales no se tientan el corazón a la hora de incluir escenas cómicas, melodramáticas o ridículas junto con las secuencias de acción. Los guionistas de Hong Kong no hubieran desperdiciado la oportunidad de hacer que el héroe se comiera los chocolates con todo y microchips con tal de incluir una escena donde los villanos lo obligaran a tragarse un laxante, con todo lo que esto implica.

Creo que esta es la principal razón de que las imitaciones occidentales no estén a la altura de lo que intentan copiar. Se toman las cosas demasiado en serio.

-Marco González Ambriz

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D.R. @ 2001 Marco González Ambriz. Para reproducir cualquiera de los textos aquí incluidos pedir permiso a [email protected]

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