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EL TALACHAS Y SU MENEITO

México, 1996
Elenco:
Manuel Flaco Ibañez, César Bono, Lorena Herrera, Ana Luisa Sánchez, Sergio Ramos El Comanche, Arturo Martínez, Víctor Manuel Güero Castro, Diana Ferreti, Claudia Bringas, Leopoldo Marcos Polín Jr., Jackie Castro, Blanca Lidia Muñoz, Rocío Muñoz, Grupo Exterminador
Director: Víctor Manuel Castro

SEXO:

la escultural Lorena Herrera

ARGUMENTO:
El Talachas (El Flaco Ibañez) se la vive perreándole a la Gladys (Lorena Herrera), una cabaretera que trabaja cerca del taller. Los amigos del Talachas, El Retaches (César Bono), Don Apenitas (Sergio Ramos) y El Tuerto (Arturo Martínez) tratan de convencerlo de que mejor le haga caso a la Paquita (Ana Luisa Sánchez), quien junto con su jefecita (Blanca Lidia Muñoz) maneja una fonda. Desafortunadamente para el Talachas, el dueño del taller, Don Roberto (El Güero Castro), también anda tras los huesitos de la Gladys.

COMENTARIO:
Un sitio dedicado a examinar lo más naco y por lo tanto lo más chido del cine mexicano no podría estar completo sin mencionar al Güero Castro, uno de los cineastas más representativos de los últimos veinte años. Castro viene siendo la personificación de todo lo que los villamelones que se hacen pasar por críticos odian acerca del cine comercial hecho en México.

A diferencia de los favoritos de la crítica nacional, que insisten en hacer las películas más tediosas, feas y estúpidas del mundo (y para muestra vean Su Alteza Serenísima, una de las peores en la historia del cine), el Güero Castro siempre toma en cuenta a los espectadores de sus obras. Como todo buen cineasta se preocupa por lograr que sus películas sean lo más entretenidas posibles con los recursos que tiene.

Lo curioso de El Talachas y su Meneíto es que a pesar de seguir en muchos aspectos el estilo tradicional de la sexicomedia mexicana, en este caso el Güero Castro sin proponérselo ha logrado una cinta que cumple con lo que la mayoría de los susodichos villamelones más aclaman de tipos como Arturo Ripstein y Jorge Fons, aunque estos supuestos genios siguen sin dar una.

Es evidente que el Güero Castro para la realización de este video contó con recursos mínimos, y para poder hacer algo decoroso en esas circunstancias elaboró un guión que se basa en el comportamiento de un grupo de amigos y en una buena ambientación.

El Talachas y su Meneíto tiene su antecedente más directo en la trilogía del Mofles estelarizada por Rafael Inclán. Al igual que en esa serie, la trama es una simple excusa para convivir con un grupo de mecánicos dedicados a la golfería. Esto es algo que para los intelectuales clasemedieros resulta escandaloso porque no pueden concebir que en el barrio no todo es drama.

La gran ventaja que tienen los realizadores de videohomes sobre los directores que buscan explorar el lado oscuro de la sociedad mexicana es que ellos sí saben de lo que están hablando. No se trata de niños bien que han decidido escandalizarse por la forma de vida de las zonas menos privilegiadas, sino de gente que conoce el ambiente por provenir de ahí.

Para hacer esto el Güero Castro cuenta con la colaboración de un grupo de actores muy experimentados. Los personajes se muestran como amigos de verdad porque son interpretados por actores que se conocen bien y se respetan, aunque también cabe la posibilidad de que no se soporten y se trate de una simple actuación. Como quiera que sea, les sale muy natural. El conflicto, que se supone que es el elemento más importante de cualquier narración, es casi inexistente. La historia avanza gracias a la buena actuación del Flaco Ibañez y al ambiente que el Güero Castro logra capturar.

En ningún momento se cae en el melodrama. Si se compara la forma en que el Güero Castro presenta los personajes femeninos con la misoginia desatada de Arturo Ripstein resulta todavía más inexplicable el hecho de que en Europa este último sea tan apreciado. La Gladys, el personaje interpetado por la escultural Lorena Herrera, al principio se da a desear, diciendo que cuando se case será por amor, pero al final se muestra tan interesada como cualquiera.

Este mismo personaje en manos de Ripstein sería drogadicta, lesbiana y acabaría sus días en la cárcel después de comerse crudos a sus hijos. Los amigos del Talachas, que en el libreto del Güero Castro se muestran cheleando, juntando la feria necesaria para ir al cabaret y alburéandose, en una película del "nuevo cine mexicano" serían chemos, violadores, mariguanos, rateros y alcohólicos. Lo peor que llegan a hacer El Tuerto y Don Apenitas es llevarse pesado con El Talachas, impidiéndole ligarse a la Gladys.

Y ya que estamos en esto de las odiosas comparaciones, ¿qué me dicen de Ismael (Leopoldo Marcos Polín Jr.), el mesero del congal donde labora la Gladys? En El Talachas y su Meneíto es una loca simpática aunque muy dada al melodrama, que tiene la costumbre de hablar de los clientes del lugar como si fueran sus movidas.

Si este personaje lo hubiera inventado Jaime Humberto Hermosillo sería un joto instalado en la depre, enamorado de un macho abusivo, con diálogos de 15 minutos que ningún otro escritor se atrevería a incluir por temor a que el público acabara roncando.

No vayan a creer que es una de las películas de Dogma, producto de la flojera, la falta de imaginación y los delirios de grandeza de un tipo con una cámara incapaz de crear algo que logre llamar la atención sin formar parte de un presunto movimiento artístico sin pies ni cabeza.

Nuncamente.

Existen varios elementos que le dan un toque creativo a este videohome. El Güero Castro sería incapaz de caer en el facilismo de cierto imbécil escandinavo, que al ignorarlo casi todo de la historia del cine, decidió que había que recuperar una pureza que nunca existió y ha tratado de eliminar todo lo que hace que el cine valga la pena.

Está por ejemplo la presencia del Grupo Exterminador, famoso grupo norteño, que "casualmente" lleva su troca al taller donde El Talachas hace como que trabaja. Este mismo grupo también aparece en una escena en el congal. Los temas que interpretan son "Las Novias del Traficante" y "El Meneíto".

La presencia de Lorena Herrera para muchos parecerá algo incongruente, pero a favor de la actriz hay que decir que resulta mucho más agradable que en otras películas (Y… Dónde Está el Policleto? para más señas) donde por lo general interpreta personajes bastante chocantes.

En cuanto a la comedia se incluyen efectos de sonido "chistosos" que no lo son tanto, sin llegar a ser molestos. Los chistes y albures podrían ser mejores, pero son preferibles a la comedia estilo Televisa. Lo más cercano al tradicional sketch de carpa que se puede encontrar en El Talachas y su Meneíto es el personaje de la indita (Jackie Castro). Se trata de una paisana que llega al taller buscando ayuda para escribir una carta y se vale de sus encantos para conseguir que el Retaches (César Bono, muy bien como siempre) la acompañe a vivir a su pueblo. Por cierto, el Retaches termina hablando como Lorenzo Rafáil.

El resto de las interpretaciones no desentona con los actores principales. Diana Ferreti y Claudia Bringas como las cabareteras, Blanca Lidia Muñoz como la jefa de la Paquita y el mismo Víctor Manuel Castro lo hacen bien. Ana Luisa Sánchez, en el papel de la Paquita, es la única que se queda un poco corta, sobre todo en las escenas que comparte con el Flaco Ibañez.

Para que yo hable bien de una película con un mínimo de sexo y violencia tiene que ser interesante y bien realizada, algo que el Güero Castro logra con este video.

Tengo que aclarar que un factor muy importante para disfrutar este video es tomar en cuenta el fracaso de los intelectuales mexicanos al intentar convertirse en los portavoces del pueblo. La realidad es que estos intelectuales no conocen a la gente que defienden. No tienen los mismos gustos en música, deportes o espectáculos. En vez de gustar de la cumbia, el futbol y la lucha libre, se la pasan en galerías, museos y salas de conciertos y todavía tienen el descaro de presentarse como representantes de las masas.

-Marco González Ambriz

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D.R. @ 2001 Marco González Ambriz. Para reproducir cualquiera de los textos aquí incluidos pedir permiso a [email protected]